En tiempos antiguos, civilizaciones tenían varias leyendas para explicar el fenómeno de los eclipses. Cada una tenía sus propios ritos para proteger a su gente, para tomar precauciones o para celebrar.

La palabra “eclipse” se deriva del base griego antiguo significando “abandono”. Creían que la oscuridad señala el abandono de los dioses. Que estaban enojados con los humanos. De esta creencia nacen los ritos como dar regalos para aplacar y adorar a los dioses como los Incas quienes pensaron que su dios del sol, Inti estaba desplazado o los Aztecas, quienes hicieron sacrificios humanos para protegerse de la posibilidad del fin del mundo. 

En el lenguaje chino, la palabra “eclipse” se compone de las palabras “sol/día” y “comer”. La civilización China antigua creyó que durante los eclipses solares, un dragón intentaba tragar el sol y similarmente con la luna durante los eclipses lunares. Otros lenguajes tienen una derivación similar como en la antigua cultura Maya, quienes creyeron que los responsables del fenómeno de los eclipses eran “demonios celestiales” que tomaban forma de insectos o culebras. A lo que se referían fue a los planetas porque se podrían ver en el cielo durante el eclipse. 

En la mitología egipcia, el dios del sol Ra se creía ser tragado por la gran serpiente Apep, dando explicación a la oscuridad temporal. En la religión india, también dan regalos para ayudar a los dioses de sol quienes están bajo coacción. Este rito todavía se practica hoy. 

En la cultura prehispánica, se decía que las mujeres embarazadas tenían que tomar precauciones durante el eclipse por temor a problemas físicos y malestares al bebe. Para proteger al bebe, tenía uno que quedarse en casa con un listón rojo amarrado por la cintura. 

Aunque muchas de las explicaciones del eclipse fueron malos augurios, también hay los que lo consideraban como una buena señal. En astronomía árabe algunos profetas explicaban que los eclipses solares y lunares son espectáculos cósmicos que demuestran el poder y el conocimiento de Allah. 

¡No cabe duda que estos fenómenos celestiales son increíblemente agradables y provocantes!