Era un día soleado en Isla Vista cuando uno de nuestros investigadores privados en la escena en Zócalo escuchó un grupo de estudiantes diverso teniendo un almuerzo espontáneo. Entre el ruido animado de la cocina y la charla en el restaurante aclamado, el estudiante de cuarto año de sociología Fideo Pescadero quien fue escuchado haciendo un comentario sobre la variedad de salsa picante disponible. 

EL MARIACHI / EL NEXO DIARIO

“Amigo, no pongas esa mierda en mi platillo es demasiado picante,” Pescadero dijo cuando su compañera Mariana Del Sur ofreció poner unas gotas de salsa en su orden de chilaquiles.

Un silencio total llenó el cuarto, la gente se quedó boquiabierta y los sonidos del personal de la cocina caminando hacia la declaración blasfema se escucharon cada vez con mayor velocidad. Después de unos minutos de doloroso silencio, nuestros investigadores se encargaron de investigar más a fondo esto según su integridad periodística y llegar a la raíz de este enigma. 

“¿De dónde dijiste que eres?” le preguntaron a Pescadero.

“Bakersfield,”  Pescadero contesto.

“Chico, ¿cuál es tu origen étnico?” ellos incitaron.

“Mexicano,” Pescadero dijo.

Sonidos descontentos fueron escuchados desde los clientes de Zócalo. “Osea el chamaco no es Latino, digo ¿quien dice que el Tapatío es picante? Cosa de mamones de veras,” chismosa local Guillermina Del Mar dijo en una entrevista privada. “Solamente pienso que hay ciertos requisitos para llamarte un latinx, ¿Sabes? Cómo decir groserías en cada dos oraciones, gesticulando jodidamente y comer comida picante mientras nos burlamos de los gringos que dicen que el guacamole es picante, … digo?” 

Avergonzado, Pescadero intentó defender su posición declarando alergias, asuntos con su apéndice y que su mamá es media gabacha, “por eso es que no estoy acostumbrado a comida picante, porque nunca cocino con ingredientes picosos,” él dijo. 

Pescadero se puso rojo con vergüenza, pero no por estar enchilado. El personal de Zócalo se miraron confusamente y rechazaron el comentario ya que nunca han experimentado tal ocurrencia y por lo tanto no sabía cómo manejar adecuadamente la situación. Se llamaron refuerzos y la presidenta de CLG de este año decidió revocar su tarjeta de Latino y por consiguiente prohibió que esté presente en la ceremonia de CLG este año. Un profundo suspiro de alivio se escuchó al otro lado del salón y Pescadero fue escoltado fuera por la patrulla de pie local de Isla Vista. 

“Si hubiera sabido que esto pasaría hubiera sugerido almorzar en Hummus Republic,” Pescadero dijo en un comentario final mientras caminaba hacia las profundidades de Isla Vista para reflexionar su herencia y las perspectivas de su vida. 

El Mariachi debe comer jalapeños asados sobre esto.

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