En un apuro, no puedo evitar pedir comida por entrega en una aplicación. Es tan conveniente por tantas razones – no hay preparación, deber de cocinar, limpiar o zambutir tupperwares de “meal prep” en un refrigerador que comparto con seis compañeros que intentan hacer lo mismo. Como estudiante, existe el beneficio de poder trabajar sin interrupción y con suerte ir a dormir a una hora sana. Con clases dispersas caóticamente por la mañana y altas horas de la noche y fines de plazos durante toda la semana, una tarifa de entrega de $7 más $2 de propina para un sandwich de $14 es casi justificable. Pero desafortunadamente, la conveniencia ofrecida por servicios de entrega en su forma actual es inseparable de su insostenibilidad para la salud y el bienestar de sus usuarios, el medio ambiente y la comunidad.

La primera cosa que veo cuando abro estas aplicaciones es una pantalla llena de anuncios de restaurantes populares en Isla Vista, sobre todo para comida rápida. La comida rápida es extremadamente popular en servicios de entrega como DoorDash, UberEats, y Grubhub. Empresas de comida rápida están despilfarrando dinero para anunciar en estas plataformas. Marketing Brew informa que DoorDash ganó $3 mil millones en ventas de publicidad a comerciantes y Uber Eats proyecta $1 mil millones. El gasto en publicidad de las cadenas de restaurantes, según Statista, muestra el dominio de las cadenas de comida rápida, lo que hace que las plataformas publicitarias de los servicios de entrega de alimentos crean una estructura de incentivos que beneficia más a la industria de la comida rápida.

Honestamente, mis compañeros de cuarto y yo a menudo optamos por la comida rápida. Sin embargo, de acuerdo a un estudio publicado en el 2014 desde el Departamento de policía de salud y dirección, Escuela Fielding de salud pública, UC Los Angeles, “ [Adultos] expuestos a publicidad de comida escogieron el 28% más de aperitivos poco saludables que los que fueron expuestos a publicidad no alimentaria… con un valor calórico total 65 kcal superior. Publicidad de comida es insertada en nuestra pantalla inicial y los resultados de búsqueda en estas plataformas, así que promoción de comida rabuda ya hecha, anima el público a comer más gusguerias. 

El gasto asociado con servicios de entrega alimentaria es doble. Primero el consumidor paga por la tarifa de entrega más la propina además que el subtotal de la orden. Segundo, las aplicaciones de entrega de comida aumentan sus precios para cadenas nacionales como Panda Express y restaurantes locales. 

Las plataformas de entregas más populares como DoorDash y UberEats tienen una comisión de entrega del 15 al 30% según el nivel al que se suscriba el comerciante; un nivel más alto genera más beneficios, como áreas de entrega más grandes, capacidad de descubrimiento y acceso a clientes de “alto valor” que pagan por experiencias de consumo premium como DashPass y Uber One.

Últimamente, es un arreglo entre gastos y alcanza clientel. El repentino crecimiento de la popularidad de los servicios de entrega de alimentos puede haber sido un remedio temporal exitoso durante el apogeo de la pandemia, pero su continua popularidad es insostenible para los restaurantes con menos comensales debido a los gastos adicionales de la entrega. En su estado actual, la entrega de alimentos es incompatible con el modelo de negocio de muchos restaurantes.

Con abordar cada uno de estos asuntos, UC Santa Barbara puede nutrir y apoyar iniciativas impulsadas por la comunidad para respaldar maneras económicos, convenientes, saludables y sostenibles de hacer que los alimentos estén disponibles para los estudiantes – métodos que sean convenientes para los estudiantes y brinden una opción realista para nuestras apretadas agendas.

Empresas de entrega de comidas pueden apoyar a negocios locales y mejorar la asequibilidad dándole prioridad a los restaurantes locales sobre las cadenas reconocidas a nivel nacional, lo que se puede lograr promocionando los restaurantes locales en sus algoritmos de búsqueda y promoción.

Por priorizar restaurantes locales, no son forzados a adoptar modelos de negocios insostenible o riesgar alejar a los clientes. También podemos tomar inspiración desde algunas comunidades que han desarrollado plataformas competidoras quien prioriza el apoyar a negocios locales, como la cooperativa de restaurantes 937 Delivers que estuvo activa durante la pandemia en Dayton, Ohio. El Colectivo Candlestick Courier que sede desde San Francisco es otro co-op de entrega que es operada por los ciclistas que entregan la comida. “Estamos trabajando con los negocios locales porque la meta principal es devolver el dinero a nuestros bolsillos, a los bolsillos de los restaurantes, a la comunidad,” dijo Tasha Rose, copropietaria, en una entrevista.

Pero, haciendo los servicios de entrega de comida más económicos no necesariamente promueve una alimentación sostenible. Para hacer eso, nosotros como comunidad tenemos que apoyar y expandir iniciativas para hacer que las compras de comestibles sostenibles sean accesibles y asequibles para los estudiantes de UCSB. Tenemos que alinear lo sostenible y la conveniencia para los estudiantes. 

Comprar localmente es un enfoque eficaz y ecológicamente sostenible para comprar comestibles. Según un artículo de Columbia Climate School de 2012, comprar alimentos cultivados localmente tiene beneficios ambientales, económicos y sociales. Nutrientes como el nitrógeno y el fósforo de los fertilizantes utilizados para cultivar piensos en California pueden enviarse al extranjero para el ganado en Nueva York. El ganado que recibe este alimento produce estiércol rico en nitrógeno y fósforo, lo que puede contribuir a la contaminación de nutrientes debido a la escorrentía que contiene el exceso. Sin embargo, los nutrientes que se ciclan localmente no producirían un exceso de esta manera.

Comprar localmente también mantiene el flujo de dinero en la comunidad y apoya a las empresas locales, lo que mantiene a la comunidad local y evita que se convierta en una “ciudad fantasma” o una “ciudad clone”. Estos términos describen a vecindarios sin negocios locales o uno que parece ocupado por cadenas y empresas. Comprar de mercados locales provee una manera para que la población espeso con estudiantes sean conscientes del ambiente mientras apoyan a la comunidad económicamente y proteger nuestra identidad. 

Iniciativas que priorizan estudiantes puede que haga comprar de un mercado local y sostenible más conveniente en Isla Vista. UCSB Basic Needs dirige varios programas de asistencia alimentaria y de comestibles para estudiantes dentro y fuera del campus. El Banco de Alimentos de Estudiantes Asociados (A.S.) está abierto cinco días a la semana en el campus del Centro Universitario y apoya a más de 3,000 estudiantes semanalmente. Como son un A.S. iniciativa, se financian con nuestras donaciones y cuotas estudiantiles. CalFresh es otro programa financiado con fondos federales que proporciona hasta $281 por mes para gastar en alimentos.

La I.V. Food Co-op es una cooperativa de alimentos en Isla Vista que resalta su compromiso con la comunidad apoyando a las granjas y productores locales. Por ser una cooperativa, estudiantes y otros miembros de la comunidad tienen la oportunidad de ser dueños e involucrarse directamente. Como no tienen fines de lucro, las cooperativas pueden quedarse sin acceso al capital necesario para crecer y requerir la participación activa de la comunidad para sus operaciones. Sin embargo, la I.V. Food Co-op mostró cómo se pueden superar estas limitaciones a partir de su inspiradora historia de la compra del terreno en el que se encuentran a través de una recaudación de fondos completamente impulsada por la comunidad en 2012 para el Proyecto We Own It.

Una nueva colaboración con haciendas locales y las iniciativas de alimentos sostenibles en el campus podrían crear un mercado en el campus amigable con el horario de los estudiantes para alimentos cultivados localmente, similar al Columbia Sunday Greenmarket de la Universidad de Columbia. Complementando el mercado de agricultores de Santa Bárbara en Camino Real Marketplace en Goleta durante el fin de semana, un mercado que se abastece de granjas locales puede operar semanalmente en el campus de UCSB. Los estudiantes pueden hacer compras durante un descanso entre clases en lugar de pasar una tarde entera. Esta iniciativa puede reforzar y fortalecer la relación entre los estudiantes de UCSB, Isla Vista y la comunidad de Santa Bárbara en general.

Poder ver de dónde viene la comida que compro, quien lo crece y apoyar un negocio local son privilegios que me encantaría tener como miembro de esta comunidad. Por lo tanto, el espíritu de reflexión al comenzar este año académico debería ser considerar cómo la comodidad es poderosa y cómo podemos aprovecharla para animarnos a llevar un estilo de vida sostenible.

 

Arjun Vinod cree que tomar una iniciativa para crear opciones sostenibles para comestibles y comida más conveniente puede proveer a los estudiantes de UCSB medios más accesibles para tomar decisiones conscientes al medio ambiente.

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