De acuerdo a mi mama, el Lazy Susan en los lugares chinos de dim sum (el gran disco giratorio en el centro de mesa)  fue creado por el abuelo de mi papa en San Francisco, lo cual me sonaba a “tu abuela era una princesa perdida de hace mucho tiempo” cosa de los chinos. Yo, junto con muchos guías de viajes y reseñas de restaurantes creíamos que el Lazy Susan era una parte antigua, “auténtica” de la cocina china, literalmente una pieza central de la comida China. Sin embargo, su uso moderno en realidad es trazado a 1953, cuando los Chinos Estadounidenses llamados Johnny Kan y Dr. Theodore Lee (ese es mi apellido, uno muy común) lo implementaron en un restaurante de estilo cantones.

Kaylee Heartman / Daily Nexus

Aunque todavía no estoy segura de cuánta agua contiene esta historia, surge la pregunta: ¿cuánta de la historia China estadounidense se ha atribuido falsamente para comercializar como “auténtica”? Al final, resulta que mucho.

Colocar la cocina auténtica en un pedestal a menudo elimina una rica historia de familias inmigrantes y borra los logros que los inmigrantes del pasado lograron sobrepasar frente a la manifestación del racismo. Esto contribuye a una falsa dicotomía entre la historia étnica de alguien y la vida en Estados Unidos, lo cual continúa con una percepción que los estadounidenses étnicos son extranjeros perpetuos y refuerza la idea de un “Estados Unidos blanco”.

En 1849, los estadounidenses de origen chino comenzaron a emigrar a california durante la fiebre de oro donde muchos inmigrantes chinos fundaron restaurantes que vendían alimentos económicos y de alta calidad a los mineros de oro. Usaban ingredientes locales de fácil acceso y trabajaron para satisfacer los gustos de otros estadounidenses (el plato más popular en la década de los 1910, “chop suey”, se traduce directamente como las sobras.

Esta afluencia de migrantes resulto en un incremento en la reterica racista, pintando a los chinos migrantes como si fueran parte del “peligro amarillo”. La caricatura más popular que representa la culminación del miedo a los migrantes chinos fue el Dr. Fu-Manchi, el villano en la serie de novelas criminales Sax Rohmer. El fue representado con piel amarilla exagerada, ojos rasgados y vistiendo ropas tradicionales chinas. Se caracterizó por ser un “médico diabólico” frío y calculador. Continuará haciendo apariciones en el cine y en la media, visto como un hombre blanco pintado con cara amarilla, hasta bien entrada la década de los 1940.

En 1882, el sentimiento anti-chino llegó a un punto extremo con la Ley de Exclusión China, en el que prohibió a los trabajadores chinos que ingresaron a los Estados Unidos. Esta fue la primera ley que restringe la inmigracion a los Estado Unidos, y que fue renovada nuevamente en 1892 por la Ley Geary.

Sin embargo, hay muchas excepciones cruciales a estos actos, una de ellas son las visas comerciales. Después de todo, si hay algo que el gobierno de Estados Unidos ama más que odiar a las minorías étnicas, es el capitalismo.

Las visas comerciales permitieron que muchos chinos ingresaran a los Estados Unidos, creando una laguna viable para que los inmigrantes eludieron la Ley de Exclusión de Chinos. Como resultado, muchos inmigrantes chinos abrieron restaurantes a su llegada. La comida china sirvió literalmente como pasaje a los Estados Unidos y para muchos fue una oportunidad para una nueva vida. 

Aun así, la vida de los inmigrantes chinos seguía cuesta arriba. Como una extension del miedo al “peligro amarillo”, muchos dueños de restaurantes lucharon para obtener prestamos, dado a los bancos racistas, lo cual los obligo a operar con costos extremadamente bajos y trabajar horas extra.  

A pesar de estas luchas, los dueños de los restaurantes innovaron nuevos tipos de alimentos, creando nuevos nichos en la esfera culinaria que alteraron los sabores tradicionales chinos en el lago más apetecible para los consumidores blancos. Platillos como el chop suey, el brócoli y la carne de res, el chow mein, chow fun, los rollitos de huevo, y algunas variaciones del pollo kung pao ganaron popularidad. Los platos se volvieron más dulces, deshuesados y más fritos. Piensa en Panda Express.

Al comercializar estos platos americanizados como “exóticos”, mientras permanecía apetecible para el público estadounidense, la comida china en general ganó popularidad en el occidente, mejorando la disposición general hacia los chinos en general.

De hecho, esa popularización de la cocina china jugó un papel importante en la Ley de Exclusión China de 1943, el cual oficialmente repelo el Acto de Exclusión China. Este fenómeno de comida contribuye al activismo político, es conocido como diplomacia culinaria. Se han creado programas oficiales de la diplomacia culinaria en países como Taiwán, Tailandia, Corea del Sur e Israel. Como dice el dicho, el lugar más rápido al corazón es por el estómago.

Entonces, a pesar de todo el bien que ha hecho por los inmigrantes chinos, ¿por qué tantas personas atribuyen erróneamente y denuncian la comida chino-est

adounidense?

La creación del binario entre Oriente y Occidente es una historia tan antigua como el tiempo, como los términos “occidente” y “oriente” que se remontan al siglo XIV y “Occidente” y “Oriente” siguen prevaleciendo en la actualidad, a menudo materializandose en “China contra Estados Unidos”. Este binario hace que a muchos les resulte difícil concebir un “intermedio”, una diáspora que no sea del todo estadounidense ni del todo china, con lealtad a ambos y a ninguno a la vez.

Para muchos, es fácil llamar “chino” a cualquier cosa que parezca vagamente oriental. En sociolingüística, esto se conoce como adecuación: las similitudes entre la comida china-estadounidense y comida china se reducen a una, y la historia que las diferencia pasa a un segundo plano.

Esta falsa dicotomía, entre China y Estados Unidos contribuye a la idea que los chinos son extranjeros perpetuos, relegados permanentemente a la condición de inmigrantes y nunca verdaderamente estadounidenses.

Si bien puede parecer que el racismo abierto y de derecho es cosa del pasado, he estado volviendo al país. Desde los comentarios racistas provocados por el COVID-19, hasta el tiroteo en Atlanta, ha habido un aumento significativo en los delitos de odio en los Estados Unidos. A principios de este año se redactó un proyecto de ley en Texas que prohibiría efectivamente a los inmigrantes chinos comprar una casa, lo que plantea una pregunta de cuánto ha disminuido el sentimiento anti-asiatico desde los primeros días de la nación.

Aun en California, uno de los estados más liberales en los Estados Unidos, el sentimiento antiasiatico está lejos de estar ausente. Aunque demográficamente UC Santa Barbara es casi un 20% asiatico, durante un viaje al centro de Santa Bárbara, mis amigos y yo nos encontramos con comentarios que decían “regresa a tu país”. Muchos de ellos no se dan cuenta que los miembros de mi familia han estado en los Estados Unidos durante cinco generaciones, más que muchas familias blancas. 

Si bien es posible que el chop suey no nos salve del racismo, es importante recordar el papel principal que desempeña la diplomacia culinaria al permitir que los inmigrantes chinos ingresaran a los Estados Unidos en primer lugar. La próxima vez que vayas a un restaurante dim sum y hagas girar a la Lazy Susan, recuerda que (y muchas de las otras cosas en tu mesa) no son de China, sino de chinos estadounidenses, con una cultura e idiosincrasia únicas que no puedes encontrar en ningún otro lugar. ¿Donde más puedo obtener una lectura del horóscopo al final de mi comida?

Es posible que su restaurante chino favorito no sea “auténticamente” chino, y es genial que no lo sea. Es auténticamente chino-estadounidense, y eso es algo para celebrar.

 

Elizabeth Lee quiere reconsiderar nuestros puntos de vista sobre la cocina “no auténtica”, especialmente porque SF Chinatown tiene muy buenos dim sum de comida rápida.

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